El concepto de ciudadano proviene de la antigua Grecia y aunque hay algunos matices que hacen bastante diferente el concepto actual de ciudadanía del de la civilización Griega sí que en esencia se basa en los mismos principios.
Aquí conocerás cuáles son los antecedentes históricos de la ciudadanía, qué significaba ser ciudadano en las antiguas civilizaciones griega y romana y cuál es la concepción actual del término en las sociedades democráticas.
Antecedentes históricos de la ciudadanía
Actualmente se considera ciudadano a la persona que habita en un determinado estado y que a consecuencia de ello dispone de unos derechos y de unas obligaciones entre las que se encuentran participar en la elección del gobierno del país.
En la antigua Grecia no existía la consideración de ciudadano tal y como la conocemos hoy en día. Por ejemplo sólo los hombres adultos se podían considerar ciudadanos, ni los niños ni las mujeres tenían esa consideración.
Para Aristóteles Ciudadano era la persona que tiene capacidad de participar activamente en las decisiones políticas de una sociedad o comunidad.
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Durante la edad media el concepto de ciudadanía sufrió un claro retroceso por causa de los reinados absolutistas que redujeron enormemente todos los derechos de los ciudadanos que pasaron a ser súbditos y que ni tenían derecho a participar en las decisiones políticas ni tenía derecho a muchas de las prebendas que podían disfrutar los ciudadanos romanos o griegos en siglos anteriores.
Concepto actual de ciudadanía
Posteriormente se consiguieron distinguir tres etapas en el desarrollo de los derechos de los ciudadanos y así existía una ciudadanía civil que otorgaba el derecho de propiedad de bienes y de unas garantías mínimas de libertad, una ciudadanía política en la medida que se podía ejercer el derecho a votar y a elegir a nuestros representantes políticos, y una ciudadanía social por la que el ciudadano tenía derecho a que él o sus hijos recibieran una educación y que disfrutaran de ciertas medidas que se otorgaban por los gobiernos para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos o lo que se conoce como el estado de bienestar.
Grecia como cuna de la ciudadanía por Eftychia Zerde.