El trabajo supone la aplicación de un esfuerzo y unos conocimientos para la consecución de unos objetivos y además es normal que se necesiten de más de una persona que mediante la cooperación se ayuden en las tareas que implican los trabajos.
Teniendo en cuenta esta definición pasaremos a repasar los antecedentes del trabajo desde la antigüedad hasta nuestros días.
Antecedentes históricos del trabajo
En el neolítico las tareas que el hombre necesitaba realizar para existir eran las de recolección.
Estas tareas se pueden considerar como los primeros trabajos desarrollados en la historia de la humanidad. Posteriormente se descubrió el fuego y se desarrollaron herramientas y armas con las que podían cazar algunas presas. Fue en este momento cuando tuvo lugar la primera organización social en función del trabajo de cada uno.
Los más fuertes físicamente se dedicaban a la caza mientras que a las mujeres y los impedidos se les encargó el cuidado de los niños.
Posteriormente y con el descubrimiento de la agricultura, las colonias de hombres se hicieron sedentarias y surgieron nuevos oficios relacionados con la agricultura, la creación de utensilios de metal, la domesticación de animales e incluso la construcción de las casas.
También te puede interesar conocer cuáles son los antecedentes de la familia o cuáles son los antecedentes históricos de infinidad de cosas.
En aquel momento se iban distribuyendo las tareas y los frutos de éstas se distribuían colectivamente entre toda la comunidad pero en algún momento surgió la idea de la propiedad de animales, tierras y herramientas lo que dio lugar a la propiedad privada y a importantes cambios sociales que de ello se derivaron.
Orígenes del trabajo: división de tareas
Junto con la acumulación de riquezas que se generó por parte de algunos integrantes de las comunidades se fue organizando el trabajo de tal manera que unos pocos eran los que planificaban y organizaban las tareas del resto que se encargaban de ejecutarlas.
Fue entonces cuando la propiedad no solo se empezó a ejercer sobre los bienes y medios de producción sino que también apareció la propiedad sobre las personas o lo que es lo mismo, el esclavismo.
Aparecieron las profesiones especializadas como los artesanos y comerciantes que ofrecían y comercializaban los productos por distintos lugares. Los primeros atisbos de agrupaciones de trabajadores sucedió con la aparición de los gremios que intentaban regular el acceso a las profesiones así como cuestiones como la jornada de trabajo o la calidad mínima de los productos producidos.
La revolución industrial cambiaría las relaciones de trabajo para siempre. Las condiciones de vida en las ciudades obligaban a trabajar a niños pequeños durante inacabables jornadas en peligrosas fábricas. A raíz de estos abusos surgieron los primeros atisbos de organizaciones sindicales para tratar de proteger a los trabajadores de la explotación empresarial.
Agricultor trabajando por Juan Sevilla.